Rosario Galtier Vallejo
Responsable de Ebavet. Centro de Referencia en Medicina del Comportamiento Animal
Podemos definir el apego como un sistema comportamental que regula la relación afectiva entre dos individuos, en la que estos tratan de mantenerse cerca de otro que les aporta seguridad. En el ámbito de la psicología humana, este concepto ha sido ampliamente estudiado, desde las investigaciones de John Bowlby sobre la teoría del apego hasta los estudios de Mary Ainsworth, que identificaron los distintos tipos de apego en la infancia. Estos trabajos han demostrado que la calidad del apego influye significativamente en el desarrollo emocional y social de las personas a lo largo de su vida.
Dado el carácter social de los perros y su estrecha relación con las personas, la evidencia científica ha demostrado que los perros desarrollan vínculos de apego con sus tutores de forma similar a las personas, mostrando patrones de comportamientos similares a los observados en niños con sus figuras de apego.
La capacidad de los perros de desarrollar diferentes tipos de apego hacia sus tutores y el efecto que dichos tipos de apego tienen sobre su comportamiento pone de manifiesto la importancia del manejo por parte de los tutores en los problemas de comportamiento. Es así porque, como abordaremos más adelante en este artículo, un vínculo de apego inadecuado puede contribuir a la aparición de problemas de comportamiento, mientras que un vínculo de apego seguro favorece el bienestar emocional del perro y ayuda a prevenir problemas de comportamiento.
¿Qué entendemos por vínculo de apego?
El psicólogo John Bowlby, pionero en la teoría del apego, definió el vínculo de apego como un mecanismo fundamental en el desarrollo emocional y social de los individuos. Según sus investigaciones, el apego no solo proporciona seguridad, sino que también influye en la manera en que el individuo explora su entorno y establece relaciones con los demás. Bowlby identificó cinco características clave que sustentan este vínculo:
- La presencia de la figura de apego genera un efecto de “base segura”, permitiendo al individuo explorar el entorno con confianza.
- Se observa una clara preferencia hacia la figura de apego en comparación con otras personas, lo que demuestra la selectividad del vínculo afectivo.
- Ante situaciones de miedo o estrés, el individuo busca activamente la protección y el consuelo de su figura de apego, fenómeno conocido como “efecto refugio”.
- La separación de la figura de apego provoca signos de angustia y malestar, evidenciando la importancia del vínculo en la estabilidad emocional.
- En el momento de la reunión con la figura de apego, el individuo expresa comportamientos específicos de saludo, que reflejan la conexión y el vínculo.
Para entender mejor el concepto de vínculo de apego y su importancia en el desarrollo y el comportamiento de un individuo podemos fijarnos en las relaciones materno-filiales. En las relaciones madre-hijo, las madres ejercen el papel de “base segura” para sus hijos, los cuales, a través de esta relación de seguridad y protección, desarrollan confianza en el entorno y en sí mismos. Este vínculo de apego no solo proporciona estabilidad emocional en la infancia, sino que también influye en el comportamiento y en sus relaciones afectivas durante la vida adulta.
En este sentido, se ha demostrado que la relación que los perros establecen con las personas se basa en un vínculo de apego similar a las relaciones materno-filiales, donde los tutores de perros —al igual que las madres con sus hijos— tienen mayores capacidades cognitivas y son los responsables de controlar el acceso a los recursos del entorno. Se considera, por tanto, una relación de apego asimétrica, en la que las personas actuamos con la base segura de los perros. Por tanto, al igual que ocurre en los niños, el manejo por parte de las personas influye en la estabilidad emocional de sus perros.
¿Hay diferentes tipos de vínculos de apego?
La psicóloga Mary Ainsworth, en su estudio de la “Situación Extraña”, identificó cuatro tipos de apego, que reflejan cómo los niños reaccionan ante la separación y el reencuentro con sus figuras de apego. A través de este estudio, diseñado para evaluar la seguridad emocional de los niños en presencia y ausencia de su cuidador principal, Ainsworth clasificó las respuestas observadas en cuatro categorías: apego seguro, apego evitativo, apego ambivalente y apego desorganizado.
Cada tipo de apego representa patrones distintos de comportamiento, influenciados por la interacción temprana entre el niño y su figura de apego. La forma en que un cuidador responde a las necesidades emocionales y físicas del niño determina el nivel de seguridad y confianza que este desarrolla en sus relaciones. Un apego seguro fomenta la exploración, la resiliencia y la estabilidad emocional, mientras que los estilos inseguros pueden dar lugar a patrones de ansiedad, evitación o confusión en la manera en que los individuos establecen vínculos afectivos.
El estudio de la “Situación Extraña” se ha adaptado para evaluar el apego en perros, de manera que se han extrapolado los tipos de apego descritos en personas a los perros. Conocer los tipos de apego que los perros pueden desarrollar hacia sus tutores y las consecuencias que los diferentes estilos de apego tienen sobre el comportamiento y el estado emocional de los perros puede ayudarnos a detectar factores de riesgo para la aparición de diferentes problemas de comportamiento en los perros.
Veamos la clasificación de los diferentes vínculos de apego, analizando el comportamiento del perro, el manejo del tutor y las señales que podemos detectar durante las visitas al veterinario que nos ayuden a reconocer el tipo de apego.
Apego seguro
- Perro: muestra confianza hacia su tutor, explora el entorno sin miedo, pero busca la cercanía y protección de su tutor si lo necesita. Tiene facilidad para regular su estrés y adaptarse a los cambios en el entorno. Muestra cierto malestar ante la ausencia del tutor, pero a su regreso lo saluda y se calma rápidamente. Este tipo de apego fomenta relaciones saludables y una buena autoestima.
- Tutor: ofrece un manejo consistente, respondiendo de manera predecible y afectuosa a las necesidades emocionales del perro. Ofrece seguridad, fomenta la independencia, mantiene rutinas estables, conoce y respeta las necesidades etológicas caninas.
¿Cómo podemos reconocerlos en la consulta veterinaria?
Los perros con apego seguro tenderán a mostrarse curiosos al llegar al centro veterinario, explorando el entorno y aceptando la interacción con el equipo veterinario.
En momentos de mayor estrés, como la exploración veterinaria o la manipulación para alguna prueba diagnóstica, buscará refugio en su tutor y se tranquiliza fácilmente con su apoyo. Suelen cooperar durante la revisión médica sin mostrar una resistencia excesiva (imagen 1). Normalmente son perros sociables y de fácil manejo, siempre y cuando no tengan dolor o hayan tenido una mala experiencia en el veterinario.

Apego ansioso
- Perro: tiende a volverse excesivamente dependiente de su tutor, buscando su atención constante, y puede presentar ansiedad extrema en momentos de ausencia. A menudo vocaliza o destroza objetos cuando se queda solo. Tras el retorno de su tutor, busca su contacto, pero continúa mostrando dificultad para calmarse.
- Tutor: ofrece un manejo inconsistente, reforzando o castigando indistintamente sin ningún tipo de previsibilidad. Puede responder exageradamente al miedo del perro, aumentando su inseguridad. La falta de rutinas claras también contribuye a este apego.
¿Cómo podemos reconocerlos en la consulta veterinaria?
Los perros con apego ansioso tenderán a mostrar signos de ansiedad intensa desde que entran al centro veterinario, como temblores, jadeo excesivo y la búsqueda desesperada de contacto con su tutor.
Tienden a ser perros con inseguridad en las interacciones con otros individuos. Además, la manipulación por parte del personal del centro veterinario suele ser complicada, sobre todo en ausencia del tutor, ya que el perro mostrará un estado de ansiedad extrema. Y tampoco será capaz de calmarse una vez se reúna con su tutor.
Apego evitativo
- Perro: tiende a mostrar una independencia excesiva, evitando el contacto con su tutor incluso en momentos de estrés.
- Tutor: tiende a ser distante, autoritario, no refuerza la cercanía emocional y tiende a ignorar las señales de estrés, ansiedad o miedo del perro.
¿Cómo podemos reconocerlos en la consulta veterinaria?
Los perros con apego evitativo tienden a ignorar a sus tutores, por lo que en la sala de espera podremos ver que muestran más interés por saludar e interactuar con el resto de personas que con su tutor (imagen 2). Además, el tutor podría hacer referencia a su falta de obediencia y a que nunca le hace caso.

Durante el examen veterinario, evitarán mirar a su tutor y no buscarán su protección, aunque tengan miedo al veterinario. En caso de ser necesario el ingreso en el centro veterinario, es probable que el perro no manifieste signos de estrés al separarse de su tutor ni muestre interés al reencontrarse con él.
Apego desorganizado
- Perro: tiende a mostrar comportamientos contradictorios, como acercarse a su tutor pero luego reaccionar con miedo o inseguridad. Puede alternar entre ansiedad y evitación, y en algunos casos presentar comportamientos erráticos, ya que no cuenta con una estrategia clara de apego.
- Tutor: aunque a veces es cariñoso, tiende a mostrar un manejo negligente o de maltrato, con experiencias negativas o traumáticas, como castigos severos o incluso interacciones confusas. El tutor representa simultáneamente una fuente de cuidado y de temor.
¿Cómo podemos reconocerlos en la consulta veterinaria?
Los perros con apego evitativo no mostrarán un comportamiento predecible durante sus visitas. Su comportamiento puede alternar entre buscar refugio en su tutor y luego alejarse con señales de estrés. Es probable que tengan una respuesta variable ante la interacción con el personal del centro, mostrando miedo, agresividad defensiva o incluso momentos de excitación. La manipulación veterinaria puede desencadenar respuestas inesperadas, lo que requiere paciencia y un manejo cuidadoso por parte del equipo veterinario.
Problemas de comportamiento relacionados con vínculos de apego inseguros
El tipo de vínculo de apego que un perro desarrolla con sus tutores influye en su desarrollo social, su regulación emocional y su capacidad de gestionar el estrés convirtiéndose, por tanto, en un factor clave en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de problemas de comportamiento. Analizando los diferentes vínculos de apego podemos identificar los problemas de comportamiento más probables que los tutores pueden manifestar dentro de cada categoría:
Características para detectar un buen vínculo de apego entre un perro y su tutor
- Efecto “base segura”: la presencia del tutor facilita la exploración del entorno por parte del perro.
- El perro muestra preferencia por su tutor en comparación con otras personas.
- Efecto refugio: ante una situación de miedo, el perro busca la protección de su tutor, por ejemplo, escondiéndose detrás de sus piernas.
- El perro muestra signos de estrés ante la separación de su tutor.
- El perro muestra comportamientos de saludo ante el regreso de su tutor.
Apego seguro
Aunque tienden a ser perros más equilibrados y seguros, los perros con apego seguro pueden llegar a desarrollar problemas relacionados con la separación, normalmente relacionados con falta de enriquecimiento ambiental durante la ausencia del tutor, o estímulos externos que favorezcan la aparición de ladridos (por ejemplo, ver otros animales o la presencia de ruidos en el exterior de la vivienda).
Igualmente, pueden aparecer otros problemas de comportamiento no relacionados con el tipo de apego, como el desarrollo de miedo ante a una experiencia traumática. Sin embargo, un vínculo de apego seguro actuará como factor protector, ayudando al perro a enfrentar situaciones de estrés con mayor resiliencia.
Apego ansioso
Los perros con apego ansioso muestran una dependencia extrema del tutor, por lo que tienden a desarrollar graves cuadros de ansiedad por separación, con vocalización excesiva y destrozos. Además, durante la convivencia también tienden a mostrar conductas de demanda de atención constante con una búsqueda compulsiva de contacto. Tradicionalmente, a estos perros se les clasificaba como perros con hiperapego.
El estado ansioso de estos perros, sumado al manejo inconsistente de sus tutores, los predispone a desarrollar problemas de comportamiento en otros contextos, como en las interacciones sociales en los paseos.
Apego evitativo
Los perros con apego evitativo se muestran emocionalmente distantes con sus tutores, por lo que la principal queja de estos suele ser la falta de obediencia, por lo que el tutor puede llegar a clasificarlos como “perros desobedientes”. Estos perros pueden llegar a mostrar intolerancia a las caricias o manipulación por parte del tutor y, en casos graves, llegar a desarrollar problemas de agresividad hacia el tutor.
Apego desorganizado
Los perros con apego desorganizado muestran conductas contradictorias que alternan entre búsqueda de atención y rechazo del contacto. Por tanto, los problemas de comportamiento más habituales son la aparición de respuestas de miedo intenso, llegando a mostrar cuadros repentinos de agresividad defensiva.
¿Cómo construir un vínculo de apego seguro con nuestros perros?
- Nunca forzarlo a hacer algo que no quiera o enfrentarse a algo que le asuste.
- Comportarnos de manera previsible: que sepa qué esperar de cada interacción.
- Usar siempre técnicas de aprendizaje en positivo.
- Eliminar cualquier castigo o estímulo aversivo.
- Conocer y cubrir sus necesidades etológicas.
- Compartir tiempo de calidad realizando actividades que le gusten.
Cómo podemos ayudar a las familias con perros con apego inseguro
Es importante aclarar que el tipo de apego que un perro desarrolla depende de múltiples factores. Aparte del manejo del tutor actual y de cómo este responda a sus necesidades etológicas, el temperamento del animal y las experiencias previas también influyen en el vínculo de apego del perro. Por ello, en algunos casos podemos encontrarnos ante perros con problemas de apego que su familia actual no entiende, ya que son consecuencia de una vida anterior, sobre todo en perros adoptados en edad adulta.
Además, otro factor que no debemos pasar por alto es que el propio vínculo de apego que haya desarrollado el tutor influirá en la forma en que este se comporte con sus animales, influyendo, por tanto, en la relación entre ambos. Un estudio evidenció que los tutores con un estilo de apego evitativo responden menos a las necesidades de sus perros y no proporcionan una base segura para ellos y, como resultado, los perros tenderán a desarrollar un apego inseguro, facilitando el desarrollo de un trastorno relacionado con la separación. Este aspecto suma una nueva dimensión a la hora de abordar los planes terapéuticos en etología clínica. Dada la influencia del estilo de manejo por parte de los tutores en el comportamiento de los perros, aparte del enriquecimiento ambiental, la modificación de la conducta y la medicación, mejorar el manejo de los tutores es clave para mejorar los problemas de apego de sus perros, y, en algunos casos, deberemos incluir la recomendación de mejorar el autoconocimiento del propio tutor y trabajar en la modificación de sus propios vínculos de apego, abriendo la puerta a colaboraciones con otros profesionales.
En la última década se han publicado cientos de publicaciones científicas sobre el vínculo humano-perro y las formas en las que este vínculo afecta el bienestar del perro. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, y aunque ya hay estudios preliminares prometedores, aún no contamos con test validados que nos ayuden a medir de forma práctica y sencilla el vínculo de apego de los perros.
Pese a su complejidad, dados los múltiples factores que pueden influir en la relación de los tutores con sus perros y todo lo que la ciencia aún tiene que descubrir sobre la teoría del apego en perros y su influencia en los problemas de comportamiento, podemos concluir que facilitar a los tutores de perros unas sencillas pautas les ayudará a construir un vínculo de apego seguro con sus perros.
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