Marketing de crisis: cómo gestionar incidencias y proteger tu marca

Seguir un protocolo adecuado de gestión de incidencias es clave para minimizar el impacto negativo de una crisis de reputación y convertir lo negativo en positivo. Escuchar activamente, validar el malestar del cliente, encontrar una solución rápida y dar seguimiento son los pilares de la buena gestión en estos casos
marketing de crisis
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Marta Rey
Fundadora de la agencia de marketing Marking Avatar y del proyecto Mujeres Emprendedoras
[email protected]
www.markingavatar.com
www.mujeresyemprendedoras.es

La reputación de una empresa puede verse afectada en cuestión de minutos, y por eso saber manejar una crisis es fundamental para cualquier negocio. Una mala reseña, una incidencia con un cliente o una crisis de reputación pueden tener consecuencias negativas si no se gestionan correctamente.

Cualquier negocio, por más eficiente que sea, en algún momento se enfrentará una incidencia con un cliente. Ya sea por un error en un pedido, una mala experiencia con el servicio o una confusión en la facturación, lo importante no es solo qué ha ocurrido, sino cómo se maneja la situación.

Un cliente insatisfecho puede convertirse en un defensor de tu marca si se siente escuchado y bien atendido. Por eso, seguir un protocolo adecuado de gestión de incidencias es clave para minimizar el impacto negativo y convertir lo negativo en positivo.

Manejar una incidencia con un cliente de forma profesional y empática puede fortalecer la relación con tu audiencia. Escuchar activamente, validar su molestia, encontrar una solución rápida y dar seguimiento son los pilares de la buena gestión de una crisis.
En este artículo te mostraremos cómo aplicar estrategias de marketing de crisis para afrontar situaciones negativas, minimizar daños y convertir un problema en una oportunidad de mejora.

1 Responde a malas reseñas con inteligencia

Las reseñas negativas pueden influir en la percepción del público sobre una marca; no obstante, lo importante no es la crítica en sí, sino cómo se responde a ella.

  • Actúa con rapidez: responde lo antes posible para demostrar que valoras la experiencia del cliente.
  • Muestra empatía y profesionalismo: agradece el comentario, reconoce el problema y ofrece una solución. Ejemplo: “Entiendo lo que me dice y queremos asegurarnos de que esto no vuelva a suceder”.
  • Evita una actitud defensiva: responder con enojo puede agravar la situación y viralizar el problema. Frases como “No es para tanto” o “Esto le pasa a todo el mundo” pueden hacer que el cliente se sienta ignorado.
  • No culpes al cliente: nunca uses frases como “Usted debió haber leído bien las condiciones” Tampoco hagas promesas que no puedas cumplir: asegúrate de que las soluciones ofrecidas sean viables.
  • Lleva la conversación a un ámbito privado: invita al cliente a seguir la comunicación por email o teléfono para encontrar una solución adecuada.

2 Maneja las incidencias con clientes

Escucha al cliente y acepta su queja

  • El primer paso para resolver cualquier problema es escuchar activamente al cliente, pues a menudo lo que realmente busca es sentirse valorado.
  • Deja que el cliente hable sin interrupciones y presta atención a su tono y lenguaje.
  • Muestra empatía con frases como: “Sentimos el inconveniente con su pedido y queremos resolverlo lo antes posible”.
  • Evita el exceso de disculpas, ya que pueden hacer que el cliente se sienta más fuerte y se prolongue el conflicto.

Identifica el problema y busca una solución

Después de comprender la situación, es crucial encontrar una solución clara y accesible.

  • Ofrece opciones concretas: un reembolso, descuento o reemplazo pueden ser soluciones válidas según el caso.
  • Haz seguimiento: mantén informado al cliente sobre el progreso de la solución para impedir que la situación se agrave.

Una crisis que se detecta a tiempo puede resolverse con una simple respuesta, evitando una reacción en cadena.

3 Establece una estrategia para manejar crisis en redes sociales

Las redes sociales pueden amplificar una crisis en cuestión de minutos. Para evitar que un problema se descontrole, sigue estos pasos:

  • Utiliza herramientas como Google Alerts o Hootsuite, Brandwatch o Mention para rastrear menciones de tu marca, productos o servicios.
  • Revisa los comentarios en redes sociales de forma periódica para detectar cualquier indicio de insatisfacción o queja.
  • Responde con rapidez y transparencia para evitar rumores o malentendidos. Sé transparente y evita excusas: aceptar errores y comprometerse a corregirlos genera más confianza que tratar de encubrir la situación. Ejemplo de respuesta efectiva: “Estamos trabajando para solucionarlo lo antes posible. Nos pondremos de nuevo en contacto contigo para resolverlo. Gracias por informar”.
  • Muestra empatía y profesionalismo: agradece el comentario y demuestra interés en mejorar.
  • Ofrece una solución: pide disculpas si es necesario y ofrece resolver el problema.
  • Lleva la conversación a un ámbito privado: si es posible, ofrece un contacto para continuar la conversación fuera de Google Maps. Ejemplo: “Hola -Nombre-, queremos solucionarlo lo antes posible. Necesitaríamos que nos contactes por email o teléfono (facilitar datos de contacto). Gracias por tu atención, quedamos a la espera”.
  • Publica un comunicado oficial si es necesario, explicando la situación y las acciones correctivas tomadas.
  • No borres comentarios negativos salvo que sean ofensivos o falsos, ya que esto puede generar desconfianza.

Cuando una crisis estalla en redes sociales, el silencio o la demora en la respuesta pueden interpretarse como falta de compromiso o irresponsabilidad. Si la crisis va a más y aumenta el número de comentarios negativos, lo mejor es emitir un comunicado oficial para controlar la narrativa.

Elementos de un buen comunicado de crisis

  • Reconoce la incidencia: no ignores la situación.
  • Explica las acciones que se están tomando: muestra que se está gestionando.
  • Evita un tono defensivo: mantén un lenguaje profesional y empático.
  • Aporta una solución o próxima actualización: indica qué se hará a continuación.

Ejemplo de comunicado: “Hemos detectado un problema en [producto/servicio] que está afectando a algunos usuarios. Estamos trabajando en solucionarlo lo antes posible e iremos actualizando la información. Agradecemos su comprensión”.

4 Implementa un plan de contingencia

Es esencial que las empresas cuenten con un protocolo de crisis bien definido:

  • Define un equipo responsable de la gestión de crisis.
  • Prepara respuestas predefinidas para diferentes escenarios.
  • Forma al personal sobre cómo actuar ante situaciones conflictivas.
  • Mejora los procesos internos para prevenir futuras incidencias.
  • Mantén una comunicación interna clara; es fundamental que todo el equipo de la empresa esté alineado en la estrategia de respuesta. Una crisis puede empeorar si diferentes áreas de la empresa dan respuestas contradictorias. Informa y coordina a tu equipo de atención al cliente sobre cómo responder preguntas y comentarios.

5 Evalúa y ajusta estrategias

Una vez que la crisis ha sido gestionada, es fundamental analizar lo ocurrido y hacer ajustes para prevenir situaciones similares.

Para ello, identifica la causa del problema y soluciona la raíz del inconveniente. Estas son algunas preguntas clave útiles para analizar la incidencia:

  • ¿Qué ocurrió exactamente y cuál fue la queja del cliente?
  • ¿Fue un error humano, un problema de comunicación, un fallo técnico o un problema en la gestión operativa?
  • ¿Ha sucedido antes un problema similar? Si es así, ¿cómo se resolvió en aquella ocasión?
  • ¿Hay fallos en la formación del equipo o en los protocolos internos que pueden estar contribuyendo al problema?

6 Documenta la incidencia y su resolución

Registrar y documentar las incidencias es clave para identificar patrones y mejorar procesos a largo plazo. Llevar un historial de problemas y soluciones permitirá analizar tendencias y anticiparse a futuras dificultades.

Cómo documentar una incidencia de manera efectiva:

  • Fecha y descripción de la incidencia.
  • Cliente afectado y su feedback.
  • Acciones tomadas para resolverlo.
  • Origen del problema.
  • Recomendaciones para prevenirlo en el futuro.

Ejemplo: Si varios clientes se han quejado de retrasos en los envíos, documentar estos casos permitirá identificar si el problema es interno (fallos logísticos) o externo (proveedor de envíos).
El ideal sería poderlo añadir en un CRM para tener también las estadísticas y ver si los procesos son correctos o si se siguen repitiendo.

7 Ajusta procesos para evitar que el problema se repita

Una vez identificada la causa de la incidencia, el siguiente paso es ajustar los procesos internos para reducir la posibilidad de que vuelva a ocurrir.

Acciones para mejorar procesos:

  • Forma al equipo: si el error fue humano, refuerza la formación del personal para evitar futuros fallos.
  • Optimiza la comunicación interna: muchas crisis surgen por falta de información entre departamentos. Mejora los canales de comunicación y los protocolos de respuesta.
  • Automatiza procesos: implementa herramientas digitales para minimizar errores humanos y agilizar tareas repetitivas.
  • Revisa proveedores y socios estratégicos: si el problema viene de un tercero (ejemplo: logística o distribuidores), considera negociar mejores acuerdos o cambiar de proveedor.
  • Crea un plan de acción: define claramente qué hacer si el problema vuelve a surgir y asegúrate de que todo el equipo esté alineado con las soluciones propuestas.

Ejemplo: si un cliente recibió información errónea sobre un producto, el equipo puede mejorar el acceso a datos internos o actualizar las descripciones en la web para evitar confusión en futuras compras.

8 Implementa un sistema de feedback

El aprendizaje de una incidencia no solo debe quedarse dentro del equipo, sino que también debe incluir la percepción del cliente. Solicitar feedback después de resolver un problema permite entender si la solución fue efectiva y si el cliente quedó satisfecho.

Formas de obtener feedback útil:

  • Encuestas de satisfacción tras la resolución del problema.
  • Revisión de reseñas y comentarios en redes sociales.
  • Seguimiento directo con el cliente a través de email o llamada. Ejemplo de mensaje de seguimiento: “Hola [Nombre], gracias por darnos la oportunidad de corregir el problema. Nos gustaría saber si la solución fue satisfactoria y si podemos hacer algo más para mejorar tu experiencia”.

Este tipo de acciones no solo ayudan a medir el impacto de la solución implementada, sino que también refuerzan la relación con el cliente y mejoran la reputación del negocio.
Un cliente insatisfecho, pero bien atendido, puede convertirse en un cliente fiel. Aprovecha la oportunidad para demostrar el compromiso de tu marca con la calidad y la satisfacción.

El marketing de crisis no consiste tan solo en reaccionar ante una situación negativa, sino en estar preparado para gestionarla de manera efectiva. Actuar con rapidez, empatía y transparencia puede transformar un problema en una oportunidad para fortalecer la relación con los clientes y reforzar la reputación de la marca.

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