“El congreso del EBVS se centró en cómo ir hacia una homologación y homogeneización europea de la educación y su reconocimiento a niveles estatal y europeo”

‘Shaping the future’ fue el título el primer congreso organizado por el European Board of Veterinary Specialisation (EBVS), que reunió a más de un centenar de expertos, representantes institucionales y profesionales del sector veterinario en Belgrado, del 2 al 4 de abril. Con un enfoque europeo y colaborativo, el evento puso sobre la mesa algunos de los grandes retos y oportunidades que marcarán el futuro de la especialización veterinaria.
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En esta entrevista, hablamos con Antonio Cruz, Representante Nacional EBVS, que participó activamente en el congreso y comparte su visión sobre la situación de España en el contexto europeo, la evolución de los programas de formación, la relación con las universidades y corporaciones privadas, y cómo el concepto de One Health está redibujando el perfil del veterinario especialista del futuro.

Hace poco se celebró el congreso ‘Shaping the future of veterinary specialization in Europe and beyond’, organizado por la EBVS. ¿Cómo describirías el ambiente general del evento?

Es el primer congreso de esta naturaleza que se realiza en Europa; por tanto, se respiraba una mezcla de excitación, anticipación y deseo de conocer la situación de la especialización veterinaria en toda Europa. Los delegados íbamos con muchas ganas de hablar con otros colegas y exponer nuestras problemáticas, deseos, y visión.

¿Se habló sobre nuevas especialidades emergentes o campos en los que habrá más demanda en los próximos años?

El congreso se centró más en analizar lo que ya tenemos y, sobre todo, en cómo ir hacia una homologación y homogeneización europea de la educación y su reconocimiento a niveles estatal y europeo.

¿Qué papel jugarán conceptos como One Health o la sostenibilidad en las futuras especialidades?

Todo el mundo asume el concepto One Health como propio e intrínseco a la Veterinaria y a los veterinarios, por lo que hablar específicamente de One Health en una reunión con veterinarios parece ser redundante. Paradójicamente, somos los únicos que pensamos así, pues estamos infra-representados e infravalorados en las esferas políticas donde se toman decisiones de calado para la sociedad.

Sí que se habló también de la preocupación que debemos tener, no solo en salud animal y humana, sino también medioambiental puesto que todo forma parte del One Health. Se puso de relieve que los veterinarios carecemos de peso específico en el proceso de toma de decisiones tanto a nivel estatal como europeo. La falta de influencia política de los veterinarios fue objeto de una de las sesiones, donde se recalcó la necesidad urgente de ubicar a estos profesionales en posiciones de poder político. Ahí es donde los especialistas diplomados, por su nivel de conocimientos, deberían tener un espacio privilegiado y hacia ese objetivo se debe trabajar mediante estrategias que visibilicen al Diplomado EBVS como una autoridad en materia de One Health.

En relación con temas de sostenibilidad se discutieron nuevas vías educativas más flexibles y adaptables a los candidatos, con el objetivo de lograr su sostenibilidad a largo plazo.

¿Qué se dijo sobre el futuro de los programas de residencia y los caminos formativos alternativos?

Las vías alternativas siempre han existido en la mayoría de los Colegios, aunque se está trabajando en más programas alternativos de formación. Su diálogo, desarrollo e implementación dependerá de la especialidad y de la aprobación de estas vías por parte de cada Colegio de Especialidad. Pero ya es una realidad en algunos de ellos.

En mi opinión, y tal como indiqué en mi conferencia, lo importante sería la creación de una agencia de acreditación independiente de los Colegios y de EBVS y otra de certificación. De este modo habría una independencia y transparencia total a la hora de seleccionar a los candidatos, acreditar centros de entrenamiento, etc., cosa que ahora no ocurre de forma reglada.

¿Qué avances se debatieron sobre el reconocimiento de titulaciones o certificados nacionales y europeos?

Se presentaron diferentes modelos de educación de posgrado en diferentes países de nuestro entorno y quedó patente que hay una gran variabilidad, lo que no es bueno. España, con su recientemente aprobada escala formativa y definición de posgrados en Certificado y Diplomado, se convierte en modelo a seguir por varios motivos. El principal es su sencillez, ya que es fácil de entender para el consumidor y respeta o debería respetar los espacios profesionales. En nuestra mano está usar esta herramienta bien o ser ventajista con sus bondades. En el Reino Unido, por ejemplo, están considerando una escala con 4 o 5 niveles. Una locura.

¿Hacia dónde crees que se dirige la especialización veterinaria en Europa?

Es difícil de contestar porque ahora mismo en la educación de posgrado hay muchas voces, mucho ruido y multitud de criterios. Además, uno de los grandes empleadores de los especialistas a nivel clínico, que no es otro que la medicina corporativa, no se ha manifestado de forma pública acerca de qué modelo apoya. Pero está claro que los especialistas diplomados defenderemos nuestra posición de máximos exponentes del conocimiento y la práctica clínica, además de nuestra parcela de mercado, que cada vez se está viendo más acosada por otros niveles de conocimiento. Ha llegado el momento de adoptar un abordaje más armonizado y unificado de la especialización veterinaria. Los sistemas fragmentados solo son una barrera para los veterinarios y, además, socavan la calidad y la consistencia del cuidado animal a través de Europa.

¿Cómo describirías la situación actual en España, en comparación con el resto de Europa o Norte América?

Pienso que con Norte América no hay comparación. Como regla general, su organización profesional está mucho más asentada y entiende mucho mejor el papel del especialista. Hay mucha oferta de posgrado, pero oficialmente únicamente dos niveles: grado y diplomado. He vivido allí 25 años, y por lo que he visto el modelo siempre ha funcionado muy bien.

En España, tenemos que abrazar y afianzar el nuevo modelo establecido de Certificado por especies y Diplomado por disciplina. Esto se hace mediante el respeto mutuo de ambos espacios profesionales. Es decir, no dar a entender que uno es especialista cuando no lo es. El uso adecuado de la escala profesional es Certificado en (especie) o Diplomado en (Disciplina) Tenemos una grandísima oportunidad de hacer las cosas bien, y una buena oportunidad de hacerlas mal. Vayamos por el buen camino por el respeto de las futuras generaciones de veterinarios.

En el resto de Europa hay bastante disparidad de criterios, aunque en muchos países ya se reconoce al Diplomado como el especialista por excelencia. Con respecto a los niveles intermedios, se recalca la necesidad de que existan, pero hay que homogeneizarlos y regularlos.

En varias sesiones se destacó la relación con la Comisión Europea, la FVE y la EAEVE. ¿Qué relevancia tienen estas instituciones para la práctica veterinaria especializada en España?

A nivel del día a día son invisibles, pero la realidad es que no lo son del todo.

La EAEVE condiciona el que un graduado pueda hacer un programa de residencia al tener que ser graduado de una facultad aprobada por dicha agencia.

La Comisión Europea condiciona mediante su negligencia que la práctica de la veterinaria se convierta en muchos sitios en una guerra de guerrillas. Precisamente su inacción facilita que haya falta de homogeneización y regulación de las especialidades.

Y con relación a la FVE, pues ellos hacen lo que pueden porque a los veterinarios tradicionalmente nunca nos ha interesado la política. De ahí que nuestra voz en Bruselas a través de la FVE sea escasa. Necesitamos más y mayor representatividad.

¿En el congreso se discutieron iniciativas o políticas europeas que puedan tener un impacto directo en los especialistas españoles?

A corto plazo no lo pienso. A largo plazo, seguramente. Hay que tener en cuenta que nada de esto es “oficial”. EBVS es una organización privada, al igual que los Colegios de especialistas. No existe ninguna legislación que limite la práctica clínica de ciertos procedimientos únicamente a especialistas.

Por lo tanto, las exigencias que se solicitan a toda la profesión en la práctica clínica no tienen ningún soporte legal y entran más en la esfera deontológica. Es decir, yo me gradúo en Veterinaria hoy y mañana me pongo a hacerle una artroscopia a un perro. Y es 100 % legal. Y, seguramente, tampoco estaría perseguido por nuestros representantes precisamente por eso.

Pero ya sabemos que lo que es legal y lo que es justo no tienen por qué ser lo mismo. Si llega el día donde se consiga que haya un reconocimiento europeo y uno nacional, que se limiten ciertas prácticas, que se implemente la exigencia de una educación continua anual, y otras muchas cosas, entonces tendremos una profesión organizada y rigurosa. Hasta ese día seguirá siendo un mercado libre en manos del mejor postor, por mucha organización que le queramos dar. Veo ejemplos de esto a diario.

¿Qué aprendizajes del congreso consideras más aplicables al contexto veterinario español?

Yo me quedo con la frase del profesor Osterreider, de la Facultad de Veterinaria de Hannover, que dijo: “El tiempo ha llegado para adoptar un abordaje más armonizado y unificado de la especialización veterinaria. Los sistemas fragmentados solo son una barrera para los veterinarios y, además, socavan la calidad y la consistencia del cuidado animal a través de Europa”. Que, aplicado al sistema español, no es otra cosa que respetar lo que acabamos de implementar a nivel nacional y mantener el orden. Veremos resultados pronto.

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